¿El paraíso es un cartel de drogas? El trío protagónico trata de dejar su huella a través de la fastuosa y liberada fantasía de su mundo, con su 'salvaje' forma de ser y su narrativa estilosa estílistica, pero los terminarás detestando de lo unidimensionales que son -- más fácil te será apoyar a la villana Hayek. Muy lenta y superpoblada (¿Dónde está Bichir?), y tan pseudo-transgresora que parece de los 90s.
Pattinson es perfecto como un impenetrable e inescrupuluso filósofo financiero, pero es en lo inalcanzablemente deseable que es que el resto del reparto se derrocha tratando de estar a su nivel. Es teatralmente gélida y tan emotiva como las noticias, pero por lo muy menos, tras un rol así, Twilight no podría sentirse más lejana ahora.
Lo bipolar es lo nuevo hipster, parece. Con una cinematografía tan idilíca para un estilo de vida tan adorable y deseable (ni tan rico, ni tan pobre, con pegas muy creativas que dejan mucho tiempo libre para pasatiempos irónicos), ¿para qué llorar tanto por problemas del primer mundo? El temperamento de Williams se siente artificial, pero Rogen es más cálido siendo la persona más normal de la cuadra.
Divertida y vibrante en teoría, pero rellena y estática en práctica. Incluso si la trama te da lo mismo con tal de ver a Channing Tatum en zunga, la película se mueve muy, muy lentamente en el naturalismo de Steven Soderbergh: días tranquilos y callados, noches ruidosas y rutinarias, y un día lluvioso para variar, nomás. Es una propuesta diferente para el tema, pero tendrías que entender bien de donde viene.
Lo financiero no es mi taza de té, pero el magnetismo patentado de Richard Gere siempre funciona. Con mucha elasticidad moral se mueve en sus enredos familiares, legales y monetarios, y el reparto le pivotea muy bien. Quizás por ello mismo la trama donde él menos participa, la investigación de detectives, se sienta como la más 'eh' del asunto.
Una original historia en un mundo ya conocido, aunque lo divertido supera por lejos a lo terrorífico. Incluso si este desbalance le causa una lenta introducción y un cuestionable final, todo vale la pena por su agresivamente genial clímax -- quizás he dicho mucho ya, que en realidad esta es una de aquellas que es mejor ver sin saber nada antes. Lol dat CGI.
Hay discos rayados y MacFarlane. Chistes NSFW y de famosos, con el tipo siendo un vago sin responsabilidades y la chica que le aguanta todo aunque le protesta su inmadurez. Y hay una mascota inusual entremedio. Incluso si eres fan de su humor, hay que reconocer que el ser repetido y seguro en tu primera película es algo terrible. Buenos VFXs, al menos.
Todo aquí grita "adorable": El eterno otoño en las maquetas de Wes Anderson, siempre con algo tierno en la esquina. Los niños actuando como adultos y viceversa. Los muy espontáneos arranques de rabia, dolor y palpable cariño. Partes aventura, partes romance, todo sobre los niños antisociales -- por estas películas fuimos chicos una vez. Súper recomendada. Desplatísima, ¡chequen los créditos!
De alguna forma está entre el ser una de las más capaces películas de videojuegos y el ser un desorden indulgente. Hace lo que puede para introducir a los no-familiarizados, pero el volátil tono y la maratónica duración se lo deja díficil, aunque el factor camp de la serie original es universal. Muy japonesa all-around, ya sabrás si la verás o no.
¡Monitos! ... o chimpancés, mejor dicho. Una tierna y ligera distracción para los más chicos que no se escapa de lo prefabricado con su historia inyectada a la fuerza tipo Animal Planet. Dos primeros tercios muy rutinarios, brevísimos pesares imaginarios, e inexistentes conflictos finales... pero Tim Allen es un narrador con cierta chispa, al menos. Brillante captura en alta velocidad del ecosistema de la selva.
Para algo familiar, wow -- tan, tan, tan oscura que es. ¡Y hermosa, también! Es la animación stop motion más detallada, vibrante y carismática en mucho tiempo. Quedarás hipnotizado con el mero mecer de sus peinados, y estupefacto por su riquísimo diseño. Cae un poco en lo expositivo al final, pero nunca deja de ser creativa y efectiva en su mensaje. Clip post-créditos imperdible para los fans de la técnica.
Un placer culposo a pesar de todo el Bon Jovi, Poison, Quiet Riot, etc. Es Burlesque para hombres. Demasiadas tramas que se abandonan (Bryan Cranston, de nuevo...), y Tom Cruise está algo mal encajado en la historia incluso si él es de los mejores aspectos de la película, pero al menos todos los personajes son tan divertidos y fiesteros como su soundtrack, aunque no sean tan ochenteros como alardean.
