Una digna sucesora tanto para el personaje (ignoren la 2) como para Avengers. Siempre está en movimiento, evitando los caminos repetidos -- hay acción en todas las dimensiones y proporciones, y sorpresas tras sorpresas: los chistes inesperados son los mejores, y las curvas repentinas, aunque a ratos díficiles de tomar, se agradecen por el riesgo que ofrecen. Y sí, hay que quedarse tras los créditos.
**** 1/2
Le devuelve lo real a los realities -- las ansias, las esperanzas, la desesperación, pero no desde un punto de vista glamoroso; sino desde el interior de una burbuja de oportunidades. ¿Cuándo comienzas a creerte el cuento, y cuándo ERES el cuento? Es un trágico relato que despega de una inocente humildad a una exponencial obsesión, y aunque a veces se sienta excesiva, con ironía ejemplifica lo bodrial que está la tele hoy.
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Un producto de exportación -- la ambigüedad y frialdad internacional se cruza con los arquetipos locales. Más que inventar identidades completamente de cero, utiliza las ya conocidas y las explota al máximo empleando tomas confrontacionales y engañosas, y una Kubrickiana dirección de arte. Va de la mano contigo y luego en la oscuridad te lanza a las fauces -- es inusual ver algo así de depredador en los cines.
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Demasiado pequeña, literal y silenciosa. A Malick le gustará la poesía y lo visualmente simbólico y naturalista, pero esto es tener a tus actores deambulando por dos horas sin decirse nada -- esto no es amor, es abuso. Hay una trama legible, pero sin personajes reconocibles todo se siente casual. Hasta su foto es desapasionada, que el amor es mucho más que dar vueltas y tumbos en un pastizal a las 7 PM. Zzz...
* 1/2
"La inocencia como un arma". Un estudio sobre la responsabilidad y la justicia, que te hierve la sangre y te deja totalmente paralizado ante los prejuicios y las relaciones fracturadas. Esta película te canaliza su furia impotente para hacerte gritar y voltear mesas, cuando en realidad sólo quieres explicarte en paz. Sumamente recomendada.
*****
Tenía potencial a pesar del sinfín de ideas prestadas y de su tremenda libertad científica, pero en vez de evocar soledad y caos, se vuelve demasiado popular y pulcra. Todo se desarrolla como un protocolo -- los misterios se explican cómodamente, y la acción se siente estándar y agendada. Es el fin del mundo... ¡hagan algo especial para la ocasión!
** 1/2
David Grohl Extraordinaire. En una década dominada digitalmente, hacen falta discursos que recuerden el valor en la tradición, así tan afectuosa y apasionadamente por cada persona y herramienta involucrada. Cada perilla, botón y esquina descascarada cuenta su propia historia, y con estas gemas de canciones, así debe ser. ¡Volumen al 11!
**** 1/2
Es como una droga, al comienzo te dejas llevar mucho por el delirio deforme, pero al final te aclimatas y el efecto se desvanece. Mejor entra a ella en blanco, que desde el humor stoner clase-b hasta el terror híbrido a lo Cronenberg/Gondry, la película se reinventa cada 5 minutos... incluso si eso le termine jugando en contra.
*** 1/2
No es Twilight con zombies, realmente -- es un Síndrome de Estocolmo necrofílico. Toma los necesarios riesgos para bordear los problemas y aprovechar el potencial de los clichés en el romance juvenil paranormal, en el cual, como mar de películas que es, se despega con bastante orgullo, estilo... y calor. Aunque más sangre hubiera sido mejor.
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Addendum: QEPD Roger Ebert.
Sean buenas o malas las películas, lo importante es que sigamos hablando de cine. Muchas gracias por inspirar a los que inspiraron a los que inspiraron a quienes me inspiraron a armar este humilde blog.
