Aunque parte sintiéndose como el predecesor espiritual de Drive -- más sucia, más inexperta y más humana; logra escapar el comparativo con su épica exploración a la responsabilidad paternal desde un punto de vista muy yin yang. Avanza con las décadas y te hace sentir su peso encima, con cada decisión tomada repercutiendo en la próxima generación. Y sí, es algo larga, pero debe ser así.
La serie finalmente se desvía del material original, aunque no se deja ir muy lejos con sus ideas. Más que continuar la historia, presenta la zona de combate para lo que será la entrega final, volviéndola algo pasajera y transitoria. Aún así, EVA nunca se ha visto así de vibrante -- el fin del mundo debería ser así de bonito.
"Inception, o Eternal Sunshine Unplugged" no es una mala analogía. Sin las arquitecturas mecánicas del subconsciente se deja salir de las líneas narrativas, mezclando interesantes matices con vertiginosas sequencias. Es como un producto de la ingeniería en reversa, como si fuese escrita con el final en mente primero; dándole una impredictibilidad fiel al subconsciente, pero se termina complicando mucho en ello.
A estas alturas si alguien la ve va a ser por el morbo irónico, pero... no, esto es demasiado deprimente para ello. Al verla te sientes como viendo un In Memoriam de tus actores favoritos de lo mucho que duele ver quién está aquí haciendo qué; que como película, es un tumor: un bulto masivo, inútil y deforme que quieres eliminar de una vez. NOPE.
Una digna sucesora tanto para el personaje (ignoren la 2) como para Avengers. Siempre está en movimiento, evitando los caminos repetidos -- hay acción en todas las dimensiones y proporciones, y sorpresas tras sorpresas: los chistes inesperados son los mejores, y las curvas repentinas, aunque a ratos díficiles de tomar, se agradecen por el riesgo que ofrecen. Y sí, hay que quedarse tras los créditos.
Le devuelve lo real a los realities -- las ansias, las esperanzas, la desesperación, pero no desde un punto de vista glamoroso; sino desde el interior de una burbuja de oportunidades. ¿Cuándo comienzas a creerte el cuento, y cuándo ERES el cuento? Es un trágico relato que despega de una inocente humildad a una exponencial obsesión, y aunque a veces se sienta excesiva, con ironía ejemplifica lo bodrial que está la tele hoy.