Un producto de sus circunstancias, pero aún así pudo ser mucho peor. Por un lado, el que la mayoría de las actuaciones sean así de genéricas y el que su puesta en escena sea tan tediosa son un reflejo de su caos interior; pero en él al menos no perdió todo su carisma (spin-off de Lando y L3, ¿cuándo?), o su audacia para reescribir la historia.
Más de lo mismo, pero si eres fan, igual te vas a sentir en casa. Siendo mucho más dispuesta a hacer trizas ese fourth wall, y más visualmente desenfrenada al no tener la sobriedad de un backstory; esta película nació para estos años de Marvel en masa y en esteroides. Aún así, sin un villano o riesgos memorables, este guión se estaciona en su zona de comfort.
Quizás la más convencional de Lelio, pero también la más Lelio: una historia de un romance asfixiado por los otros, donde cada parte involucrada rebosa pasión y represión. Perforando lentamente numerosas capas sociales hasta dar con una urgente verdad, y con interpretaciones tan vívidas como las de Weisz, McAdams, y Nivola; da con una catarsis antológica.
Sorpresiva, por lo muy menos: Reitman, Cody, y Theron juntos implican comedia, pero entre el desgaste físico-mental y una edición enfocada en la rutina de manera opresiva y vertiginosa; esto te atrapa por detrás con lo psicológico. Su giro... bueh, Shyamalan le daría su visto bueno, pero es más novedad que impacto. Aún así, fascinantes interpretaciones y transformaciones.
Inmaculadísima de apariencia, con sus mezclas de técnicas de animación; pero hasta para Anderson esto es demasiado aleatorio. Como un todo, esto es una seguidilla de exposiciones y diálogos bien secos que dan un con tercer acto desinflado y apurado. Dicho eso, en sus partes hay más intriga y peculiaridad, pero el guión no se preocupa en dejarlos evolucionar.
Agradablemente sincera con este tema tan íntimo, pero este es un mundo demasiado perfecto. Tan así que se siente que la trama debería ser mucho más fácil de resolver que lo que terminó siendo. Necesitó más introspección y diálogo; y menos villano Disney de mínima presencia o consecuencia. Aún así, es de ternura y fraternidad genuina. Ante su público, esto resonará.