Un denso y profesional entramado como para control de comprensión lectora o una segunda visita. El lento juego de ajedrez de los agentes con eterna cara de póker de "nada personal" puede ser distanciante, pero sus violentos quiebres y la persecución por el jaque te mantendrán ocupado en sospecha. Sobrio y disciplinado reparto, Oldman ejemplifica. Clóset y escenografía, la cápsula del tiempo.
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