Algo onesided. Aunque es una genial oportunidad para conocer íntimamente sobre el proceso cinematográfico de parte de importantes artistas del medio, deja atrás las comparaciones a favor de mostrar los hitos del formato digital. Una retrospectiva similar a los 100 años del filme hubiese estado bien, nomás. Esencial para los cineastas.
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"No importa el destino, sino el viaje", sí, pero esto es como mucho. Saca mucha más emoción a través de todas sus cumbres, avalanchas, polvaredas, y fulgores, que de su interacción de personajes, que se sienten como un camino repetido para Dreamworks. La adrenalina inicial se pierde gradualmente en la emotividad estándar. Post-créditos.
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Ligerísima para los Coen, pero ese es su mayor crimen. Y bueno, están esos acentos, y ya. Firth, Rickman y Diaz esencialmente se parodian a ellos mismos, aunque todo es con buenas intenciones, dejándose desparramar muy relajadamente por este típico humor inglés. Unos 90 minutos aceptables, en especial considerando el talento a bordo.
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Te agarra firme pero eventualmente te deja ir. Es un voyerismo atrapante y engañoso con una genial introducción, pero con la rutina sus sospresas y giros van sintiéndose cada vez más amortiguados e inverosímiles. Zigzagea entre la realidad y la ficción, pero ello funciona tanto como no: Hace del chisme más jugoso, o te hace perder el tiempo.
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Dispersa pero divertida. Tiene un reparto numeroso que viene y va sin mucha organicidad, pero al menos cada uno de ellos cuenta con un gran momento propio. Más que reinventar con autoconsciencia, apela a un carisma moderno para refrescar el mensaje original, apoyado por una vibrante gama de colores en un inteligente 3D.
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Buenas intenciones y todo, pero es demasiado autocomplaciente. Evita mucho el adentrarse a lo más íntimo (por no decir controversial) del nicho, prefiriendo ser más una pieza de propaganda para la felicidad y creatividad que ellos emiten, saltando de tema en tema sin formar narración por algo en concreto. Los bronies son una cosa real hoy en día, sí -- ¿y qué?
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Un inverso cromático a Twilight: soleada, sureña, y cálida; pero se mantiene dentro de sus límites juveniles. No hay mucha inspiración en música o imagen, la trama expone más de la cuenta, y llega a estacionarse por completo a la mitad, pero al menos siempre mantiene sus hormonas bajo control -- sí, esta es una pareja agradable.
** 1/2