NNGH MI CORAZÓN. La acuarela nunca ha sido así de cálida ni se ha movido con tanta elegancia y ternura. Esto es algo que te pone una sonrisa en los días más nublados, y una lágrima para recordar tu sangre caliente; y así derechamente trasciende edades: es el cuento que todo el mundo debería leerse a la hora ir a dormir. Magistral.
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