Melancólica y romántica, como debería ser la película de despedida de un visionario para otro; pero a fin de cuentas, ¿debía sí o sí ser animación? Está lejos de lucir mal, pero hubiera deseado verla en live action -- sí, aún tratándose de Ghibli. Entramada lenta y cotidianamente, me deja añorando sus emblemáticos despliegues de catártica y poética fantasía
** 1/2
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