Otro sólido soundtrack para la filmografía de Carney, pero en todos los sentidos es una película mucho menos complicada que Once. Lo emocional se resuelve en un pie de página, y no hay ningún contratiempo para lo musical: todo lo creativo y/o financiero sucede imposiblemente a la perfección. Los actores y las canciones están muy bien, pero es ligerísima.
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario