viernes, 5 de diciembre de 2014

BIJOU: Calvary

Gleeson hace más por la película que la misma película hace por Gleeson. Él está impecable aquí, con una dócil pero inflexible naturaleza que resulta infinitamente explorable, pero el guión está muy sobreescrito. Demasiadas conversaciones con demasiada metida de mano de escritor, que terminan gradualmente frenando lo que pudo ser una trama intrigante.
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