Sigh. De que es importante, lo es, pero esto es mortalmente fome. Esto no es un documental: esto es apenas una evidencia de que alguien contactó a Snowden. Cero edición y narrativa. Vaya que le faltó un Alex Gibney o un Morgan Spurlock al proyecto -- sí, habría salido más como un videoclip, pero al lo menos le habrían inyectado vida y propósito.
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Los Dardennes y su hipernaturalismo -- sin lujos, pero por ello siempre muy humanos. Puede que exagere a ratos, y puede que a fin de cuentas el filme sea sólo una misma pregunta repetida varias veces sólo para respuestas binarias, pero sea como sea, sus alcances emocionales son muy legítimos. Cotillard, excelente en su desesperación.
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Más anestésica que estupefaciente. Innecesariamente complicada, de momentos que ocurren dentro de otros momentos sin apuntar a algo interesante en concreto. Y lo peor de todo es que nadie aquí está haciendo un mal trabajo: es simplemente una mala película de detectives, y una mala película de stoners. Un flojo desperdicio de talento
* 1/2
Ultra buenas intenciones, sí, pero vaya que se pierde todo con lo forzosamente cliché: esto derechamente termina en un sinsentido de lo bondadosa que pretende ser, sacándose problemas y conflictos de encima con una inverosímil e insignificante facilidad. Murray y Watts putearán a diestra y siniestra, pero esto es de lo más aséptico e inofensivo que existe.
* 1/2
Aniston se aleja con una anti-glamurosa confianza de la Rachel, pero sea como sea es una película de pocos amigos. Le da demasiado en el clavo a lo apático de la depresión, pero eso hace que la película no tenga mucho rumbo, o mucha química más allá de algunas escenas con Barraza. Una lata lo de los Oscars, pero en realidad nunca fue disfrutable.
** 1/2
Casi completamente anónima. Jolie aún no encuentra su voz de directora. Los Coens no existen aquí. Desplat está más genérico que nunca. Miyavi... uh, Miyavi. Deakins hace lo suyo, y O'Connell ofrece una resistencia aplaudible, pero ninguno de los dos tiene mucho qué decir aquí. Como aventura es impactante, sí, pero se pierde bastante en lo Oscar bait.
** 1/2
Es la máxima representante del viaje por sobre el destino: no tendrá demasiada trama que contar, pero la fantástica edición aquí te zambulle en la cabeza de una fatigada pero aguerrida Witherspoon, desesperada por redención personal, y aferrada a una conmovedora Dern. Sin dolor no hay gloria para Vallée -- y con logros así, la tortura vaya que vale la pena.
**** 1/2
Nada que Kathryn Bigelow no haya hecho mejor antes, y nada que no hayas visto antes en algún Call of Duty o similar. Tendrá sus momentos fuertes y las escenas de acción están bien armadas, pero narrativamente es un loop muy plano, y reductivista a puntos muy burdos. Cooper no supera lo unidimensional a pesar de su gran dedicación física.
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Tan mala que le ruegas que se calle. Es una estridente avalancha de versos apilados unos sobre otros -- es un cancionero tan insoportable como fácil de olvidar. Tendrá sus chistes, pero esta película no tiene forma: es un ir y venir de personajes que no apunta a nada más que la referencia. ¿Nominada a Diseño de Producción... por esos árboles?
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Para bien y para mal, Jon Stewart. Con una respetable y muy confiable consciencia social internacional, pero muy burda y simplista con su humor y sus mensajes, y en versión película es algo genérica. A fin de cuentas es una película sobre el exigir cosas que no están ahí -- mínima y teatral, sin mucho qué mostrar a pesar de la brutalidad que se propone.
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Innegablemente adorable e inevitablemente triste, pero de ninguna manera es una película de sutilezas. Todo aquí se siente muy hecho y acotado a la medida para dar con el efecto, al punto tal de que se siente más cruel que melancólica con tanta decisión negligente o derechamente mala entremedio. Sabrá dar con risas, pero no con razones.
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Un potente fragmento: no tendrá mucha trama qué contar, pero la contará con una intensa pasión. Oyelowo está de lujo, inspirando con una urgente pero pacífica furia, y dejando escapar sus miedos y errores en la intimidad; y la calidad de producción (edición, foto, música) te pondrá los pelos de punta con impactantes yuxtaposiciones de dolor, rabia y temple.
**** 1/2
Más humana que máquina: gentil y con buen humor a pesar de los contextos bélicos y científicos, pero es tan respetuosa que es demasiado tímida con el material. Cualquier historia controversial, por más conocida que sea, preferirá contarla antes que mostrarla, y aunque que las cuente con geniales interpretaciones, el tercer acto es puro tiempo muerto.
*** 1/2
Un concepto llevado con mucha confianza a sus más increíbles extremos, pero lo respeto mucho más de lo que me gusta. Su frenética bravura en interpretaciones, guión y técnicas son una cosa, pero no tiene mucha finalidad. Entre lo pretencioso y lo unidimensional se vuelve algo cansina, y aún así, se trata de una experiencia, un experimento, sin igual.
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No calza del todo como comedia o drama, pero es genial así. Es un caso muy, muy cruel de placebo, que deja que las cosas se escapen de control entre repercusiones e implicaciones -- y todo por nada, y a la vez esto significa todo. Con una visceral emocionalidad y el peor de los casos siempre cerca, te obligará a pensar en el alcance de tus instintos.
**** 1/2
A pesar de los impresionantes valores de producción, es una película muy impersonal. Los díalogos son demasiado modernos y no consiguen evocar de lo fríos que son; y aunque la cámara no se separe de Édgar Ramírez, mostrará más lo que hizo que el cómo fue. Como para los estudiantes flojos y apurados con tarea para mañana sobre Simón Bolívar.
* 1/2
Cae víctima de sus propias ambiciones. Tiene tantas historias que abordar, todas igualmente legítimas, pero no profundiza en ninguna, y sus temas se sienten raspados, o unidimensionales en el mejor de los casos. Gugu Mbatha-Raw, los sets y el vestuario están por sobre su propio filme, aunque sea como sea, de por sí no tienen mucha novedad o particularidad.
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Una de las más humanas películas anti-guerra del último tiempo, que no busca la potencia a través de la violencia, sino que por medio de la mera compasión, la tolerancia y el honor, sin discursos ni pretextos. Lembit Ulfsak se destaca con toda su paternidad y realismo. Su férrea y cálida disposición se colará en tí. No querrás verlo decepcionado.
**** 1/2