Legítimamente feel-good. Divertida, carismática, y espiritualmente recomfortante. Un relajado rato de los que hacen tanta falta a veces; pero no por ello uno descuidadamente ligero: entiende bien su contexto cultural, y le da el suficiente peso como para reflexionar, pero también el suficiente humor para reírse de sí misma y romper el hielo, preservando el optimismo.
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