Duele este potencial desperdiciado. Hasta el segundo acto, es un sobrio y cruel relato de un perro y su dueña separados, de los cambios drásticos del abandono, y de lo inhumano que puede ser el hombre con su mejor amigo; ... pero ese tercer acto, vaya forma de volver todo en un sci-fi malo. Cursi, predecible, y todo límite técnico y narrativo queda al desnudo.
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