Entre lo suave y natural de Charlotte Rampling y el dolor ante lo hipotético y lo retrospectivo, esta es una de aquellas que te parten el corazón muy lentamente. Eficiente y honesta a tal punto de que el "menos es más" calza perfecto aquí: estos pocos gestos y decires rara vez han significado tanto, que llegan a darte tantas esperanzas como te las arrebata.
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