Para bien y para mal, taciturna. La trama es directa, sincera y sin rodeos, a tal punto que te sumerge en la mentalidad cargadísima de represión y soledad de Casey Affleck; pero se siente muy fría y seca dada la duración. Con toda su depresión te hace querer preguntarle a la película si está todo bien, que la misma no se abre demasiado. Raro flujo del tiempo.
★★★ ½
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