Kubrick se apoderó de Jordan Peele -- quién lo diría, ¿pero quién se queja? Acorralante y ennervante; y con una fotografía concentradísima en las fachadas con las que operan sus personajes, te inquieta cada vez más con toda la fuerza de las presiones sociales y las diferencias raciales: ¿Es tu idea nomás, o algo hiede aquí? Y será terror, pero es Peele también: ¡humor!
★★★★★
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