Bélica, sí; pero horror le calza perfecto también. Esa moda que trivializa y glamoriza la guerra se viene abajo con esta taciturna, conmocionada, y espeluznante trifecta -- y todo desde el minuto 1 y sin una gota de sangre. Sólo edición, fotografía y sonido brillantes, y el poder del anonimato: no hay héroes ni villanos aquí. Sólo masas asfixiadas por la espera y lo invisible. De lujo.
★★★★★
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