Nada nuevo para los Coens de por sí (¿cuántas veces hay que rehacer Fargo?), pero es interesante ver a Clooney siendo así de conceptual. Conspira sin piedad, pero fuera de ello es un estudio a las hipocresías autodestructivas de la cultura americana blanca; y como una hilera de dominós, ver cómo tanto lujo se desploma con tanta inevitabilidad hipnotiza. ¿Presumida? Bueno... es Clooney.
★★★★
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