De buen corazón y humor, aunque como película de citas es un Pinterest trillado. De desclasamientos y rencillas familiares, pero se esmera más inspirándote a visitar Singapur, tener una boda de ensueño, y renovar tu clóset. ¡Hasta tiene un supercut de probarse ropa al ritmo de Material Girl! Inofensiva, pero este guión prefiere no ambicionarse ante el escapismo.
★★
Muy hecha para su gente, pero no por eso completamente impenetrable. Si bien en estructura y lenguaje se vuelve cansina, nunca traiciona su peculiaridad: con esos sets inmaculados, esa cinematografía tan eficiente como efectiva, y su naturaleza tan meta, va de lo absurdo al delirio y viceversa. Aún así, sí: su artífice agota, y hay partes mejores que otras.
★★ ½
Un Oscar-bait que por defecto cuenta con buenas interpretaciones, pero que le puedes adivinar la trama desde los 10 minutos. Casi ninguna sorpresa aquí (fuera del que *esa* actriz no sea Cara Delevingne, honestamente), pero al menos tras tanta represión y gesto subliminal logra culminar en un crescendo de inevitabilidades. Hay una mejor película escondida aquí, eso sí.
★★
Decepción. Literales leyendas a bordo haciendo un carismático y teatral alarde, y una premisa muy ideal para un laberinto de cortesías y manías... ¿pero donde está el tercer acto? Esto no puede terminar así-- y de paso, no puede empezar así con esa cantidad tan abrumantemente letárgica de tangentes conversacionales. Tanto ruido furioso para absolutamente ninguna nuez.
★
Rebosante de simbolismos, trascendencia, y buenas intenciones; pero esto es de un modesto estilo para tan poca sustancia. Un Fuocoammare haitiano-chileno de viñetas cotidianas que por lo muy menos educan sobre la evolución demográfica nacional, pero jamás da con un punto o una estructura evidente, mientras que su abuso del relleno... ¡20 minutos de puros créditos.docx!
★★
Suficiente contenido, potencia actoral, y ambición visual como para haber sido una mini-serie, ¡quizás! Pero en lo homicida es decididamente light tanto en lo morboso como en lo psicológico. Prefiere perderse sin llegar a destino en lo sexual, siempre rebotando entre lo hetero y lo gay; pero frente lo indescriptible desacelera, y en la metáfora se aleja de la historia real.
★★★