Entretenida pero sin muchas sorpresas. Es un tanto transparente con lo irónicamente autoconsciente que es, y los personajes pueden cansar de lo mucho que hablan. Jonah Hill sigue haciendo lo clásico suyo, mientras que Channing Tatum saca la mejor parte, logrando lo que podría ser (aunque esencialmente por defecto) el mejor y más divertido rol de su carrera. Es una química desbalanceada, pero estable.
Estilizada como su trilogía de Ocean's, pero sin la chispa. Es estrictamente profesional -- se toma demasiado en serio la premisa Salt-era que tiene, y mantiene una limpieza composicional que la vuelve tediosa a ratos (¡tírense una explosión, por último!). Aún así, los actores sorprendentemente no temen a ponerse al nivel de la ex-Gladiadora Americana Gina Carano, enfrentándola en intensas y atrapantes peleas.
"Épica", por más sobreusada que sea la palabra, es la única realmente apropiada para describir a esta superheróica explosión de tres actos. Joss Whedon y el conocido y muy carismático reparto no sólo materializaron con éxito este apoteósico proyecto, sino que lo hicieron con el mayor respeto y amor posible hacia los cómics originales. MVP: Mark Ruffalo. Extremadamente recomendable. ¡Escena postcréditos!
Tonalmente más cercana a Monkey Island que a Pirates of the Caribbean. Antes de agarrar vuelo hacia su explosivo tercer acto, se arrastra un poco más de la cuenta por el completo disparate de su premisa, pero los personajes nunca aburren o caen mal; y a la historia, aunque algo breve, no le faltan las sorpresas y risas. Aardman una vez más se supera -- excepcionales confecciones y animaciones.
Es demasiado conformista con sus personajes y no les da mucho espacio para desarrollarse -- los buenos son buenos, los malos son malos, los moralmente ambiguos son... etc. Algo larga, muy desigual y explotativa, y terminalmente genérica a pesar de sus saborizantes amores prohibidos. Una curiosidad de Jolie, nomás.
Meticulosamente decadente y emocionalmente aislante. Fassbender da una gran actuación, muy íntima e irrestricta, aunque con su gélida y egoísta personalidad puede ser demasiado cruel para simpatizar, o si quiera perdonar; pero logra hacer que Mulligan, con un rol perfectamente opuesto, brille en el contraste. Excelente fotografía.