Of Mice and Men con la banda sonora de Drive, casi -- frenética, maquiavélica, irremediable, improvisa sobre la marcha; es una pésima noche pero un buen show donde Robert Pattinson es por lejos mucho mejor que su propia película: es hipnótico en su efecto dominó que va construyendo y reparando a medida que se desarma. No irá a ninguna parte, pero esto no es de profundidades de por sí.
Uf. Los decorados aquí le roban el show a Streep, Hanks, y Spielberg. La película se codea con lo contemporáneo con sus ángulos feministas y de la libertad de expresión, pero esto es perpetuamente estático e insípido. El guión gira en torno a una decisión tomada con más griterío que ganas, y a pesar de sus implicaciones nunca sientes un riesgo o una recompensa mayor que un alarde. Pero hey, ¡esos sets!
Incluso si la película comienza advirtiéndote de su giro, una vez que sucede (y bien repentinamente, vale decir) la película cae por su propio peso y jamás se levanta. Lo anacronista pero fuerte de su código moral y las interpretaciones de Washington y Farrell te dejarán una impresión; sin embargo a nivel de producción esto bordea la tele vespertina entre lo nada especial y lo cliché.
En tiempos así de cínicos y agresivos, esto es un pequeño tesoro. Sincerísima, afectuosísima, mágica en producción y visuales, y con un tour de Londres imposiblemente más cautivador; es una secuela simplemente perfecta. Su versión de Shawshank, de Grand Budapest, de Chicago -- ¡hasta de Shape of Water! Y aún así única en ternura y familiaridad. Este cine es puro escapismo en su mejor definición.
100% Aaron Sorkin -- ya se sabe que funciona de maravilla en los dramas de corte, y en las conspiraciones y vértigos del póker también brilla con su firma en edición; pero... quizás es mucho Aaron Sorkin: una cosa es que sea mucho diálogo bien secos de empatía (incluso cuando las escenas la exigen), pero otra cosa es que hablen esencialmente en one-liners. A veces le calza, pero cuando no es cursi.
Tensa y brutal a ratos, y una ambiciosa producción con un reparto de lujo... ¿pero qué es, realmente? ¿hay siquiera una paradoja aquí? Si es de Cloverfield, es por un pie de página corcheteado al guión, y sea como sea es un compendio de cosas creepy que en su conjunto no dejan impacto alguno. O sea, esto es mucho horror corporal como para que los personajes lo dejen atrás así de rápido.