Una ingeniosa y Borat-esca forma de contar historias para estos tipos, pero me imagino que como corto hubiera sido más eficaz -- tan afamados por sus boludismos rápidos y al punto, pero ahora se vuelve monótona con un único personaje armando el show. Sin stunts o una historia particularmente notable... es una curiosidad fome.
Un sincero, pero muy desvergonzado escapismo. Hay una respetable ingenuidad en su fantasía/crisis de los 30, pero a la vez, este es un mundo demasiado perfecto para ser relacionable -- tus jefes serán unos bastardos, pero tus viajes son de película, y tus errores no tienen repercursiones... es como dos horas de Hakuna Matata.
Una fría y dolorosamente honesta canción sobre el cinismo, la melancolía, y en general, la mala pata de la mediocridad. Por más que su protagonista sea un gusto adquirido, siempre tiene presente su muy humano y real miedo al conformismo; y como los Coens nomás, no sólo se lo toman con buen humor, sino con un genial cancionero también.
Consistente y módicamente sólida en general -- incluso sorpresiva -- pero a fin de cuentas, meh. Tanto estoicismo y estrategia simulada le quita emotividad y memorabilidad, volviéndola un poco más que una secuencia de protocolos militares, en vez de una legítima serie de toma de decisiones y sus repercusiones. Y bueno, ese CGI tan de cartón...
Para ser parte de una serie muy dedicada las emociones, tiene una estética muy acorde a su libre flujo y volubilidad, pero tanto dentro como fuera de su burbuja animé es un producto demasiado laberíntico para lo que es -- danza entre algo hecho conscientemente así, y algo derechamente inepto.
Otra oda de parte de Berg a las fuerzas militares americanas, tan encerrada en la acción como su trabajo previo, pero aquí el esfuerzo físico es notable -- a falta de una historia que contar (o sea miren ese título), prefiere ser lo más visceral y explosiva posible. Walhberg será un buen y dolido protagonista, pero los aplausos van para los dobles.
Una experiencia miserable. Puede que haga un buen trabajo armando todas estas "escenas" y dramones, pero llega un punto en el que sólo quieres decir "¿vámonos?" de la forma más piola posible. Streep está Streepeando, pero si eres fan de la Roberts, podría atraerte más (si es que este tipo de escandalosas telenovelas son lo tuyo).
Con una historia que ya se había visto, de manera pretenciosa y algo lenta, igual es una obra atrapante que muestra que hubo un esfuerzo de querer hacer algo, y te deja deseando un viaje más largo. Es como cuando alguien que recién comienza a dibujar quiere hacer una masterpiece. No tiene la habilidad... pero en esencia, es bastante buena.
Un artífice díficil de apreciar. Presenta un buen debate tecnológico, pero aún así, este "amor entre hombre y OS" se siente muy poco computacional. Incluso si esa es la idea, de difuminar la línea entre ambos, no deja de lucir como un romance de Skype la gran mayoría del tiempo. De todos modos, por más hipsterísima que sea, genial diseño de producción.
Una biopic muy elemental -- no está mal, pero demasiada urgencia o permanencia no tiene. Un repaso más educativo que creativo, con interpretaciones más apasionadas que su mismo guión; y a pesar de contar con una banda sonora particularmente ecléctica, mucha originalidad no ofrece. La precuela a Invictus, podria ser.
Divertida, triste, tierna -- a fin de cuentas, un impresionante despliegue actoral. McConaughey y Leto prácticamente desaparecen en sus roles con un carismático y físico extremismo, y un excepcional maquillaje. Como una heist médica está consciente de la dura realidad, como se deja ser así de abordable para enseñar entreteniendo.
Dejará la habitación silente en espanto. Fría y gráfica hasta un nivel industrial, detalla lo peor de la humanidad con un magnífico reparto -- la fortaleza de Ejiofor, el ciego fanatismo de Fassbender, ... la dolorosamente icónica Lupita Nyong'o, y su gran nivel de producción, recrean este infierno en la Tierra (pero la OST pudo ser menos Inception).
Oh. My. God. Son tres horas de estar entre cagándose de la risa y con la mandíbula en el piso con tanta depravación y fortuna -- aunque sí, a ratos cae en la monotonía y está indudablemente larga, pero Leo DiCaprio ejerce tanto magnetismo y control físico (y un soprendente dote para el humor) que siempre te tiene algo bajo la manga.
So cool (perdón). Con personajes memorables y carismáticos, visuales vibrantes y espectaculares, una historia inteligente y sorpresiva, y un cancionero de lujo que te anima tanto como te revela en un segundo plano las debilidades de sus protagonistas, Disney recupera su chispa noventera -- a ver si el reino de las princesas vuelve con el mismo orgullo.
El cine debería estar celoso de la TV ya que no tiene tanta Julia Louis-Dreyfus. Ella todavía estará en su fase post-Seinfeld de cuarentona torpe, pero hey. Es Julia. Tan divertida como siempre, y quizás perfecta para el cinismo de doble filo de Holofcener. Y James Gandolfini... un oso. Tan afable como honesto, ideal para tratar con el diario sarcasmo.
¡Esos locos 70s, eh! Con todas esos escándalos y modas y excesos, ... zzz. Es una de las películas más vanidosas de los últimos tiempos. Tan concentrada en su actitud y su look, al punto de lucir como un Scorsese Jr.; pero con tan poco que decir sobre sí misma o su época, que de ninguna manera aprovecha sus dos horas o su A+ reparto.
La película intencionalmente deja al descubierto los hechos reales y su aire de inevitabilidad, y consigue ser potente a través de su sentido de familia y comunidad: más que ser la historia de un tipo bienintencionado cualquiera, es la historia de él y sus seres queridos, y de sus vidas hasta ese punto, para reflejar cuán frágil y delicado todo ello es.
