Una Rapper's Delight: demasiado larga, pero bien ambiciosa y socialmente relevante. A lo mejor le hubiese servido más un formato de miniserie, que poco contenido no tiene pero en temas más interpersonales e íntimos se queda algo corta. Aún así, con toda la fiereza inherente de su historia y su banda sonora, jamás aburre o agota.
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