Interesante ver que al cine chileno se le da la depresión a la europea: taciturna, lenta, inamovible por fuera pero con el corazón destrozado -- ¿los Dardenne, quizás? Eso sí, aún no estamos allí: A pesar de las dolorosas y potentes actuaciones e ideas; su entremedio se siente eterno e impreciso con su deambular y sus conveniencias.
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