Esta película existe para que los actores pasaran un buen rato y poco más, que no tiene mucho que contar fuera de la simpatía en el reparto, Vincent D'Onofrio y sus buenas, aunque anónimas secuencias de acción. Son dos horas y algo de "nada especial". Partes interesantes que forman un todo bastante insípido, maratónico y olvidable.
Técnicamente, Laika se supera una vez más, si pueden creerlo -- la fluidez y la exquisitez de este universo valen el precio de la entrada, pues; pero narrativamente el esfuerzo es mucho más humilde: aventura y sólo aventura, sin dejar que las escenas respiren o se compliquen. Los clichés del estudio se hacen notar de lo poco profundo de todo.
De las más Oscarbait de los últimos años, y aún así qué tanto -- ¿esa no es la idea del filme, de todos modos? Con un reparto carismático y una exquisita producción, por un lado demuestra lo incompatibles que son la amistad y el interés con la crítica; pero por otro retrata con sumo cariño el poder del "fuck it". Te va a dar duro si eres un creativo.
Qué película más dispar. Simpática y visualmente lograda cuando se trata del dragón, pero abismal cuando se trata de los humanos. No hay consistencia con el personaje de Oakes Fegley, Bryce Dallas Howard aporta cero, y Robert Redford aún menos. El resto son clichés riffeables. Inintencionalmente divertida, o quizás, agradablemente mala.
Tiernamente agridulce y con una relajada alegría de vivir, aunque pierde fuerza con el tiempo. Sin dudas es una premisa excelente para Woody (algo relativamente autobiográfica, quizás), y la puesta en escena está de ensueño; pero se rellena con escenas de mera curiosidad que no conducen a mucho. Una nominación al Óscar para Stewart no está lejos.
Con todo el glamour, las luces y la seducción a bordo, NWR está en su jugo... lo cual es tan bueno como malo. Hay algo hipnótico aquí, entre la música, los looks y el narcisismo; pero vaya que es lenta y vacua, con sus larguísimas escenas reducibles a una oración. Dicho esto, el último acto, pues... te será intragable o bien ahí recién se pone interesante.
No reinventa la rueda, pero vaya forma de avanzar y tomar curvas. Para el género, es tan positivamente clásica como es inmisericordemente refrescante: las mismas ideas (o mejor dicho, clichés) de siempre están allí, pero nada es sagrado. Furiosamente violenta, claroscura, silente, y moralmente ambigua; te va a asfixiar con la más simple de las premisas.
Hay algo en su tierna terquedad, pero no se aprovecha a sí misma, realmente. Tendrá espléndida animación y personalidad, pero siente que debe explicarse a cada rato, abusa de las conveniencias y de los clichés, y no hay mayor consistencia temática. Si echan de menos el bestial misticismo de Spirited Away, podría serle de su relativo interés.
Génerica, lamentablemente. No es mala, pero no tiene nada particularmente especial. Los personajes se desarrollan incluso menos que en la anterior, y la trama es predecible por pura fórmula, y aún así escuetamente desarrollada -- pareciera que todo se puede venir abajo con un "¿porqué?". Carismática, coral, de bien creativas visuales; e insípida, pues.