Quien mucho abarca poco aprieta, ¡pero vaya que lo intenta! Las historias individuales están indudablemente un poco secas en díalogo y premisa, pero funcionan espectaculamente cuando se dejan tejer por su particular edición y su sideral sexteto. Su épica yuxtaposición de tiempos lejanos e ideas cercanas salva por lejos lo cursi que puede llegar a ser.
Impacta pero no donde más podría hacerlo. Tras una atrapante y mortífera secuencia inicial, lidia con los altibajos alcohólicos de Denzel Washington en un rol muy masculinamente vulnerable, pero la historia en sí no es nada nuevo. Se arrastra más de la cuenta, y a ratos se siente más como una propaganda anti-adicción, a pesar de que me dé mucho más fuerte con la aerofobia. John Goodman... algo extra, aquí.
High Score! AAA 984658. Disney aprende de lo mejor de Pixar, combinando estupenda e ingeniosamente la entretención y lo vibrante con el drama y la emoción. Para la familia es un pack completo: un montón de sincera nostalgia en 8-bits para los adultos, y un montón de aventuras de todo tipo con personajes atractivos y memorables para los más chicos. En un año débil para el gaming, este es mi GOTY.
Para bien o para mal, es un "clásico Spielberg". Sus grises pero finamente detalladas recreaciones y su reparto all-stars evidencian una gran pasión por la historia americana, y si hubiese sido hecha en los 90s sería una de las grandes, ... pero hoy en día, su lenta, enclaustrada y anecdótica narrativa quizás aleje a varios, y puede que les sea más educativa que genuinamente interesante. Extraño final forzoso.
Si te fascina todo el neo-wuxia y los tributos a lo Tarantino, ... uhm, a lo mejor te gusta. Pero si no, bueh. Es una mezcla rara de ideas que no combinan bien: RZA y Rick Yune se pelean por el protagonismo, el personaje de Russell Crowe es un asterisco mal ubicado, y la edición comienza complicando lo sencillo y termina simplificando lo complicado. ¿Y Kanye por 10 segundos? ¡Vamos!
Una trágica oda al mejor/peor episodio de nuestras vidas. Un escapismo post-Juno que te lleva al mundo de la introversión, con sus dudas, presiones y fragilidades, pero ante todo, los muy selectos y geniales amigos -- y qué geniales que son Emma Watson y Ezra Miller aquí. Destinada a ser un neoclásico juvenil. Recomendada.
Es la mejor telenovela de salón que jamás se hizo. Con mucha elegancia evita caer en un dramón cebolliento con un muy bien ejecutado triángulo amoroso y enfurecedoras conspiraciones reales, todo culminando en un explosivo acto final. Entre el romance prohibido, las crueles estrategias, los personajes tan dispares y el cénit revolucionario, se logra una gran textura narrativa. Exquisitas decoraciones.
Mohamed Nasheed va más allá de su lucha por el bienestar de las Maldivas: es un testigo de los tiempos venideros, que con frustración demuestra cómo es que los constantes obstáculos políticos y sociales nos ciegan ante el peligro real. Sentirás un pavor premonedor al ver a Malé, tan parecida a muchas ciudades, pero tan vulnerable, envuelta por el mar. BTW: ¿mejor tracklist de Radiohead, o qué?
No pensaba que llegaría el día en el que diría que estuve chato de Tommy Lee Jones. Actúa bien y todo, pero su personaje es tan mezquino y desagradable que te deja gritando "divorcio" incluso en medio de su protocolar final feliz. Llega a sentirse irreal. Meryl Streep no va por su 4º Oscar con esto, pero rinde debidamente. Steve Carell es utilitario.
Peter Jackson cambia una buena parte de la fantasía épica por el humor caricaturesco. Podría sido una película animada de lo mucho que bromea, que llega a sentirse autoconsciente. Sin embargo, su comedia se pierde en la infame duración maratónica de las películas originales: es divertida en bocados pequeños, pero al tragársela de una se pierde el sabor con el cansancio.
A lo mejor porque está hecha por una Kennedy se siente como algo muy inocentemente torpe -- como si existiese sólo para ser visto por amigos y familiares en una convivencia, donde todo sea ameno y sin lágrimas. Le cuesta salirse de la lenta nostalgia ídilica de "mommy & daddy", pero se recupera cuando los hermanos entran a la política, aunque para entonces Ethel ya se vuelve terciaria en su propia película.
Sí, es una película de Amor con la a mayúscula, de las que examinan la letra chica del sacrificio mutuo, el compromiso y la compasión. Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant logran dar con un realismo tan afectuoso como angustioso que te romperán el corazón, porque tú ya conoces a estas personas de alguna manera. Así es la vida.
Es el perfecto opuesto de Melancholia, que hasta el final, la Tierra es para los vivos. Con toda su acumulada miseria, Carell y Knightley se empatan tan bien que te olvidas que él es de los tipos más cómicos que hay y que ella es de las más hermosas, y se vuelven tan entrañables que cuando cuando sea el fin del mundo, te vas a sentir bien. Un film muy para los románticos.
a.k.a. el episodio de MTV Cribs en el que todo se fue a la cresta. Un fuerte y sorpresivo ejemplo del daño hecho por el colapso financiero: incluso si tienen 99 baños en su casa y se levantan a las 5 PM, no pueden evitar sentir la misma furia y desesperación al ver cómo todo se derrumba en cámara lenta, y así sus facetas se van revelando -- ¿acaso ellos hicieron plata, o la plata los hizo a ellos?
El típico cliché del padre sobreprotector con la hija que quiere conocer el mundo, haciendo el uso de personajes del terror popular. Hotel Transylvania te tendrá sonriendo durante toda la película, totalmente recomendable. 9/10, would watch again and again. PD: Esperaba que Perry el ornitorrinco apareciera de la nada, que Drácula tenía la voz de ese doctor de Phineas & Ferb.
Está casi en el medio: no es muy deprimente porque es muy breve con sus tragedias, ni muy romántica porque es muy casual con el amor, y ante el optimismo se recupera velozmente. Es un capítulo gris que evita la redundancia, prefiriendo el rico contraste entre Cotillard y Schoenaerts, aunque sí, ellos brillan mejor solos que acompañados.
Haciendo de lado a Wreck-It Ralph por un momento, esto de verdad se siente como una película diseñada para ser un videojuego -- cada desafío, combate y persecución luce como una etapa que uno quisiera jugar de lo divertidos que son. Los más chicos la gozarán como una versión light de Avengers, y de paso tendrán una película literalmente hecha para todo día festivo. Escenas mid-créditos.
Decir que es la anti-Moneyball es fácil pero no falso: aterriza las estadísticas beisboleras con drama familiar y laboral en un guión mucho menos ambicioso. Es muy prepicada, con sus clichés del viejo obstinado ante los cambios, el romance default entre las únicas dos personas de la misma edad, los bullies humillados al final al son de alguien diciendo el título de la película... etc. Muy etc.
Una pequeña maravilla -- cuesta creer que nadie aquí es profesional, viendo cómo la película respira y se ensucia con tanta vida; en especial gracias a Quvenzhané "The Man" Wallis y su diminuta pero aguerrida presencia (puede que su fantasía sea algo trasera, pero te dejarás ganar por ella), y su dirección de arte: a puros bichitos, óxido, madera y lodo construye una utopía que nadie quiso.
... holy shit. Sí, este es el tipo de películas del que te hacen escribir informes de 70 páginas en la universidad -- fantasiosa, críptica, y deforme en ambas partes; pero nunca un drama monótono. Siempre te mantiene en movimiento, con Lavant y sus 9 personajes, su espectacular trabajo en maquillaje y su infinita simbología. Te confundirá tanto como te sorprenderá.
Un tentempié para su próxima visita. Incluso si ellos no sean quiénes hagan saltar más al público, algo intentarán saturándote de luces y colores (¿pero porqué no es en 3D?). A breves turnos es una introspección a sus ambiciones, secretos y melancolías, pero todo tan tímido como ellos mismos. ¿Y The Scientist, qué pasó? Post-créditos.
Una muy fuerte e importante carta de denuncia. No pierde el tiempo y te enfurece rápidamente con la severidad y dolor de su tema, aunque narrativamente hablando se siente algo unilateral, y se repite un par de veces antes de indagar en otras áreas y personas de investigación. Ello no minimiza la relevancia de este documental, de todos modos.
Buena idea, dudosa ejecución. Una película así necesita enfocarse mucho más en el diseño y desarrollo de personaje, y no tanto en el escapismo literario -- y de todos modos en ello no logra un buen equilibrio, saltando de una fantasía idílica cursi, a escenas casi terroríficas de completa sumisión, de esas que a Paul Dano se le dan tan bien.
Aunque no se aleje mucho del marco de producción de lo que clasificaríamos como cine arte, la película logra llenar los momentos vacíos gracias a Nina Hoss. Su penetrante y desafiante mirada te obliga a ponerte en su mundo, y los aires muertos rápidamente se transforman en instancias de familiar sospecha y sutil rebeldia; pero tan fría a veces que cuando trata con el amor se siente extraño.
50 años y sigue siendo el mismo zorro de siempre, pero aquí se consigue una inusual intimidad y vulnerabilidad para el 007 -- esto es un refrescante estudio moral para la serie, todo mientras Craig consigue su licencia para el humor, Dench brilla con uno de sus mejores roles en años, y Bardem... una vez más, perturbador y genial. ¡Excepcional foto!
Genérica, y distante de la serie original. Se echa de menos la intriga internacional y la mentalidad "la pluma es más fuerte que la espada" de Matt Damon, pero al menos Jeremy Renner da en el clavo con la acción. No será el agente más sutil del mundo, pero vaya que se luce pateando tantos culos y grindeando escaleras con su moto.
Vaya respiro de aire fresco. Una fusión tan orgánica y bella de estilos de animación, y un tan genial mensaje sobre el proceso creativo, y cómo capturamos eternamente nuestra identidad actual en todo lo que hacemos -- ¿¡todo con una brillante lucha social entre medio!? Si eres artista gráfico o animador, te debes esta visita al museo.
Sci-Fi not guaranteed -- si van pensando que esto es algo cerebral y tecnológico, se pierde la gracia de sus personajes con ilusiones en tránsito, y de su misteriosa y gran expectativa por la que vale la pena ser paciente. No tendrá mucha ciencia, pero esto no es para nada algo de ficción: es sobre vivir el presente mientras te dure. Sólidas interpretaciones, aunque no se van mucho de lo 'indie film'.
Gritty reboot 101 sin la historia de fondo. Sólo basta su cara más enojada, su traje más negro, y su método más violento, para que Karl Urban resucite cinematógraficamente al personaje; y aunque su trama sea lineal y sencilla de ideas, no encontrarás balazos más sangrientos, alocados y satisfactorios este año. 3D es un imperativo aquí.
Si ya te sientes demasiado viejo como para ver películas de asesinos en serie en Halloween, aquí hay algo para tí -- al menos conceptualmente. Es una muy buena premisa, con sus risas y sus muy creativos cat scares, y una sección media muy sólida, pero con tanto soliloquio y cambio tonal la película se siente como de dos horas. Aún así Simon Pegg sigue siendo mi homeboy.
"Está buena, pero...". Es muy palpable el amor de Burton hacia el horror clásico a través de su característico diseño de personajes, y más aún con su fantástica fotografía, pero el guión sigue siendo su punto débil -- no se atreve a tratar cosas nuevas. Mismos protagonistas de siempre, mismos conflictos, mismas resoluciones. Pero está buena.
El triunfo de la creatividad -- tan irrealmente buena para ser cierta. Tan metida allí que puedes olerle la mezclilla quemada en Irán y el maquillaje sudado en Hollywood, y cuando hay humor, es del bueno, y cuando hay tensión, WOW. Apenas su tercera película dirigida, y ya no puedo esperar a las próximas de Ben Affleck. Sumamente recomendada.
Si los loops en el tiempo fuesen reales, esto sería una película de Christopher Nolan y Alfred Hitchcock -- muy cerebral e ingeniosamente construída, y terrorífica a la luz del día; pero tan creativa que tiene demasiadas ideas para su propio bien, y cae en tramas terciarias y largas exposiciones, pero todo se aprecia. Qué onda el maquillaje en JGL.
Una aventura épica de bolsillo para los más chicos. Malabarea inteligentemente lo animal, infantil y adulto con un muy rico arte, tomando decisiones y giros sorprendentes... aunque eventualmente no puede evitar darle un obligatorio final feliz a todo el mundo. Que sea algo oscura está bien, ¡pero esto es de ir de la noche al día en cinco minutos!
Aunque noble por sus escapistas intenciones, por la forma en la que está presentada me pregunto si hay alguna finalidad en la película de por sí. Es esencialmente un making-of sin los testimoniales ni la opinión sobre el proceso, con los escuetos quiebres a la cuarta muralla sirviendo como un reposo al constante ensayo teatral. Pero si lo tuyo es la foto, esto es un buen portafolio en blanco y negro.
Lo mucho que se puede hacer con la gente correcta. Toma una historia muy simple y tradicional (incluso comercial), y la magnifica genialmente gracias al híbrido del clásico 2D de Tartakovsky y al muy expresivo 3D de Sony Animation, y el resultado es una seguidilla de ricas y explosivas siluetas, movimientos y composiciones que te dejarán una sonrisa permanente. Un dream team, sin dudas.
Tan xTr3mE 90s que lo único que le falta es "Song 2" de Blur, pero su adrenalina y humor es innegable. Con una edición inteligente y muy libre de itinerancia, las secuencias de acción se deslizan de cabeza entre taxis y veredas; y Shannon de nuevo demuestra lo mejor de su insanidad. ¡Sonará cruel, pero necesita más atropellos imaginarios!
Acción para toda la familia, literalmente. Aunque tiene sus fallas muy notorias -- débil premisa, villano inverosímil, estrategias lolwat, peleas Paul Greengrass-eras, y un final mucho muy rosa; nomás la verás por Neeson, que las butacas las llena a golpes y balazos como él sabe. Sea como sea, es una aceptable forma de matar una hora y media.
Tan blanca como el pan en molde, pero igual es un buen y sencillo bocado de por sí. Hay algo atrayente en el anacronismo entre la moda y el elitismo social cincuentero y el distanciamiento emocional contemporáneo, pero ambas ideas no cuajan bien con su muy extremista y absurda guerra de los sexos. Chicas divertidas, al menos.
Sí, el medio es el miedo, pero aún así falta una buena historia para que sea algo más que snuff de mentiritas -- que igual lo peor aquí es la irrealmente cruel juventud. Los cortos van de lo visualmente efectivos pero económicos con el guión a lo "what the fuck was that", pero en general nada obligatorio del six-pack en el que vienen. Epilépticos abstenerse.
Mediocre, sin más que decir, sólo que es una película introductoria para Resident Evil 6 de seguro, con la adición de Leon S. Kennedy al reparto únicamente para decir "Hola, soy Leon". En mi opinión, si quieres ver esta película de todos modos, mejor espera a que salgan los torrents del DVD/BD, porque la verdad no vale tu plata. No sé qué más decir, pero fue malísima.
¿El paraíso es un cartel de drogas? El trío protagónico trata de dejar su huella a través de la fastuosa y liberada fantasía de su mundo, con su 'salvaje' forma de ser y su narrativa estilosa estílistica, pero los terminarás detestando de lo unidimensionales que son -- más fácil te será apoyar a la villana Hayek. Muy lenta y superpoblada (¿Dónde está Bichir?), y tan pseudo-transgresora que parece de los 90s.
Pattinson es perfecto como un impenetrable e inescrupuluso filósofo financiero, pero es en lo inalcanzablemente deseable que es que el resto del reparto se derrocha tratando de estar a su nivel. Es teatralmente gélida y tan emotiva como las noticias, pero por lo muy menos, tras un rol así, Twilight no podría sentirse más lejana ahora.
Lo bipolar es lo nuevo hipster, parece. Con una cinematografía tan idilíca para un estilo de vida tan adorable y deseable (ni tan rico, ni tan pobre, con pegas muy creativas que dejan mucho tiempo libre para pasatiempos irónicos), ¿para qué llorar tanto por problemas del primer mundo? El temperamento de Williams se siente artificial, pero Rogen es más cálido siendo la persona más normal de la cuadra.
Divertida y vibrante en teoría, pero rellena y estática en práctica. Incluso si la trama te da lo mismo con tal de ver a Channing Tatum en zunga, la película se mueve muy, muy lentamente en el naturalismo de Steven Soderbergh: días tranquilos y callados, noches ruidosas y rutinarias, y un día lluvioso para variar, nomás. Es una propuesta diferente para el tema, pero tendrías que entender bien de donde viene.
Lo financiero no es mi taza de té, pero el magnetismo patentado de Richard Gere siempre funciona. Con mucha elasticidad moral se mueve en sus enredos familiares, legales y monetarios, y el reparto le pivotea muy bien. Quizás por ello mismo la trama donde él menos participa, la investigación de detectives, se sienta como la más 'eh' del asunto.
Una original historia en un mundo ya conocido, aunque lo divertido supera por lejos a lo terrorífico. Incluso si este desbalance le causa una lenta introducción y un cuestionable final, todo vale la pena por su agresivamente genial clímax -- quizás he dicho mucho ya, que en realidad esta es una de aquellas que es mejor ver sin saber nada antes. Lol dat CGI.
Hay discos rayados y MacFarlane. Chistes NSFW y de famosos, con el tipo siendo un vago sin responsabilidades y la chica que le aguanta todo aunque le protesta su inmadurez. Y hay una mascota inusual entremedio. Incluso si eres fan de su humor, hay que reconocer que el ser repetido y seguro en tu primera película es algo terrible. Buenos VFXs, al menos.
Todo aquí grita "adorable": El eterno otoño en las maquetas de Wes Anderson, siempre con algo tierno en la esquina. Los niños actuando como adultos y viceversa. Los muy espontáneos arranques de rabia, dolor y palpable cariño. Partes aventura, partes romance, todo sobre los niños antisociales -- por estas películas fuimos chicos una vez. Súper recomendada. Desplatísima, ¡chequen los créditos!
De alguna forma está entre el ser una de las más capaces películas de videojuegos y el ser un desorden indulgente. Hace lo que puede para introducir a los no-familiarizados, pero el volátil tono y la maratónica duración se lo deja díficil, aunque el factor camp de la serie original es universal. Muy japonesa all-around, ya sabrás si la verás o no.
