A pesar de la general insensatez en la toma de decisiones de los personajes humanos (en serio, qué onda con ellos), los simios casi exclusivamente logran mantener a flote la historia con gran fortaleza. Andy Serkis domina como Caesar, y todos las escenas de primates son atrapantes y sorprendentes a su propia manera. Quédense un rato tras los créditos.
****
No hay comentarios:
Publicar un comentario