Estilo sobre sustancia, pero con orgullo e intención. Con una foto fluorescente y una muy, muy impecable edición de sonido (desde las gatillantes transiciones hasta el cómo eleva Audiard-ísticamente a Britney Spears y Nicki Minaj), construye una fantasía demasiada perfecta como para rechazarla o creerle: sólo te dejas llevar. Sufre un poco de resaca tras el éxtasis, pero sabe recuperarse.
Los zombies son la moda más fome actualmente, y no porque haya un millón en pantalla vayan a ser más interesantes -- aunque igual esa escena se destaca por la mera exageración. Honestamente, la película en sí es una tediosa espera hasta ese instante, y luego hasta los créditos finales, que ninguno de sus personajes tiene más personalidad que "correr", y la historia es una boludería inexplicable e inconclusa.
Como Phone Booth en traslación, esta película sabe cómo moverse en espacios cerrados y pequeños, creando muy intensas y oportunistas secuencias, armadas con una violencia inesperada pero refrescante. Logra construir un buen espectáculo de lo procedural y lo morboso, aunque a ratos la lógica no le acompañe, y... um, okay. Disculpenme el spoiler, pero ese final prestado salió de la NADA. En fin.
Por más precuela que sea, "innecesaria" no es un calificativo aplicable. Repara con creces los problemas de la original, y redime a la alicaída Pixar. Intercambian un poco de sus sentimentales lecciones de vida por mucho humor ligero y colorido, el que funciona uniformemente desde pre-kinder hasta la universidad. Es extraño ver a los del flexo pasándola tan, tan bien, todo el tiempo. Nota: Post-créditos!
Vaya que se ponen tan hipocondríacos. No es un desastre. A lo más es una inconveniencia bonita. Shyamalan se aleja de sus trucos narrativos y se enfoca en la construcción de ambiente, bordeando lo monótona a veces, que a Jaden le falta magnetismo para correr una película sólo, y no hay mucha evidencia para respaldar la autoridad de Will; pero ambos consiguen presagiar el peligro inminente a su modo.
Snyder de nuevo demuestra sus talentos como traductor cómic/película, construyendo un collage formado por paisajes apocalípticos imposibles, una nostálgica América rural, y la terrorífica urgencia del 9/11; pero como un entero sufre algo de vacuidad. Se mueve demasiado rápido para dejar que los sentimientos perduren -- pero eso puede ser parte de un intercambio equivalente por su estratosférica acción.
Premisa boluda, sí, pero... vaya que se goza cuando todo el reparto está al 100% con la idea. Todos la pasan tan bien aquí, lanzando truco tras truco, cada uno más improbablemente genial que el anterior, y todos envueltos en ágiles y creativas acróbaticas. Y sí, se desmorona un poco al final, pero vamos. Es un muy buen rato en el cine.
La TV ya no debería tener ese estigma de hermano menor -- esto es, de buena forma... demasiado de todo, quizás, para el cine popular. Damon y Douglas están irreconocibles de lo radical y viva que es su transformación tras bambalinas y cirugías (apoyados en no menor parte por un genial maquillaje); y si esto representa un nuevo comienzo para Soderbergh, se vienen cosas geniales.
Será Luhrmann, pero... too much. Es como ver a un trasnochado impulsado por la cafeína -- con tumbos y giros incómodos e hiperkinéticos deja que las ideas fluyan, pero al fin y al cabo es una lucha a perder contra el sueño. Poco a poco se estaciona en un "y qué", que tanta opulencia y efecto 3D primermundista aburre y distrae de lo que pudo haber sido. DiCaprio la goza, ¿pero el resto? Meh.
